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Un elemento prefabricado se define como un “producto hecho de hormigón y fabricado en un lugar distinto de su localización final de uso, protegido de las condiciones ambientales adversas durante la fabricación y que es resultado de un proceso industrial bajo un sistema de control de producción en fábrica, con la posibilidad de acortar los plazos de entrega”.

Se cree que los primeros orígenes del hormigón datan del año 7.000 a.C. para la construcción de la antigua Babilonia, aunque otros historiadores se dirigen al norte de Chile en el año 3.000 a.C., donde se encontraron muestras de un concreto rudimentario. Pero lo que es indudable, es que el primer uso masivo del hormigón se remonta a la época del Imperio Romano con numerosas obras que hoy siguen en pie.

El origen de la prefabricación, entendida como la aplicación de procesos industriales a la construcción se puede encontrar a mediados del siglo XVIII.

Pero en cuanto a la fusión del material (hormigón) y la técnica (prefabricación), el hormigón prefabricado es una forma de construir todavía joven, si nos atenemos a que su espectacular desarrollo se produjo a partir de la segunda mitad del siglo XX, siendo el desencadenante previo la patente concedida en 1824 a Joseph Aspdin “Una Innovación en el Modo de Producir una Piedra Artificial”, la cual denominó “Cemento Pórtland”.

Dicho esto, la revolución que implica la inteligencia artificial, las tecnologías BIM y los retos de la sostenibilidad están cambiando por completo la construcción modular. Hoy en día se está desarrollando una revolución en este sentido.

Los métodos modernos de construcción (Modern Methods of Construction, MMC)

Los métodos modernos de construcción, también denominados “construcción inteligente”, están sustituyendo a la construcción tradicional.

Se fundamenta principalmente en la fabricación modular y está revolucionando la forma de construir edificios de forma más rápida, rentable y eficiente. En la mayoría de situaciones esta fabricación se desarrolla fuera de la obra y en la misma se montan las piezas.

En países como Suecia, casi la mitad de las viviendas de nueva construcción emplean este método, alcanzando el 80% en el caso de viviendas unifamiliares.

Los métodos modernos de construcción son muy amplios: el sistema de paneles planos prefabricados, paneles de cerramiento prefabricados, módulos volumétricos 3D, muros y forjados de hormigón, construcción con losas planas, tecnología de doble pared, cimientos de hormigón prefabricado, etc.

Beneficios de los métodos modernos de construcción

Los beneficios que aporta la construcción MMC frente a la construcción tradicional son más que notables:

  • Un ahorro de tiempo de hasta el 50%.
  • Reducción de costes.
  • Es más sostenible al utilizar materiales respetuosos con el medio ambiente.
  • Diseños a medida.
  • Menor contaminación acústica y ciudades más habitables
  • Necesidad de menos manos de obra.

Por estas y otras razones, las obras con prefabricados aumentaron en un 24% en el 2021. Y en Recense hace años que apostamos por la construcción industrializada y los prefabricados, aportando nuestras soluciones en fijación.

Metodología BIM

A todo esto debemos sumarle la aplicación de la metodología BIM, en los proyectos de edificación o de infraestructuras, que está acelerando el cambio respecto a la construcción más tradicional. Consiste en la creación de modelos digitales del proyecto, ya sea un edificio o una infraestructura, a través de software avanzado y que permite compartir dichos modelos entre los distintos agentes que participan: arquitectura e ingeniería, constructor, promotor y suministradores.

En España se prevé que pronto será una exigencia legal en este tipo de proyectos.

Más información: Guía BIM para empresas de prefabricados de hormigón de Andece.