La tradición del hierro en A Pontenova, sus herreros y la visión empresarial de lo que hoy llamaríamos un emprendedor; es el comienzo de una historia que se lleva desarrollando desde hace 70 años. Las ganas de futuro de Germán López, le hicieron pasar de ser un intermediario en la comercialización de hoces, a crear una pequeña industria para poder fabricarlas. Pero esta mirada curiosa sobre una España que comienza su desarrollo, lleva al fundador a incorporar nuevos productos para su fabricación; bisagras y fijaciones para canalones, son elementos que se incorporan, y poco a poco, se crea un pequeño catálogo orientado al mundo del almacén de construcción. La consolidación del modelo productivo no llevó a un parón, si no a ir hacia nuevos mercados, con diseños y piezas pensadas para la industria. La incorporación de la segunda generación a la empresa, da un nuevo impulso, basándose ahora en la innovación y en nuevos procesos de fabricación. En 1998 se produce un incendio que destruye la planta de fabricación. No se piensa en las cuantiosas pérdidas económicas, Luis López al igual que el fundador, ve una oportunidad, un nuevo comienzo. Se diseña una nueva fábrica pensada para un nuevo siglo, para la tecnología que viene, se piensa ya en 4.0

Con la seguridad de tener un buen producto, de tener capacidad de producción, se abre un nuevo capítulo basado en un personal altamente cualificado, tecnología puntera e inversión constante. Se abre un nuevo camino que empezó en Rececende hacia Castilla y que ahora nos conduce hacia el mundo.